Fundamentos Filosóficos

Extracto del texto Desarrollo de la Concentración durante la realización del ejercicio.

 

El Karate-Do es una disciplina en la cual, el individuo que la practica aprende y perfecciona técnicas de combate utilizando como única arma su cuerpo. Así lo explica la traducción de la palabra Karate-Do: el camino de la mano vacía.

 

Estas técnicas, al ser desarrolladas y perfeccionadas, emanan una gran belleza visual que identifican a esta disciplina con el arte. Sumándose esto al aspecto marcial de la preparación para la lucha sustituida en los tiempos modernos por la faz competitiva, complemento de la práctica del Karate-Do.

 

El Karate nace en la isla de Okinawa (Japón) como desarrollo de dos sistemas de lucha: uno llamado To-Te, autóctono de Okinawa, y otro llamado Chugu-Kempo, que ingresa a la isla de la mano de consejeros militares chinos destinados a las cortes reales.

 

En 1929 el Maestro Funakoshi utiliza el término Karate-Do queetimológicamente significa, Kara: vacío, Te: mano, Do: camino; pero conceptualmente simboliza el Camino de la Maduración Espiritual. De esta manera pasa de ser un sistema de lucha a ser una herramienta cultural, cuando lo reafirma como arte la sociedad japonesa.

 

En los tiempos modernos se ha perdido la relación maestro-alumno (discípulo), reemplazada por una enseñanza de masa, pero dejando intactos en la práctica los tradicionales valores que forjan a un karateca.

 

La nobleza, el respeto, el ansia de superación, la fortaleza de espíritu y el autocontrol son los valores esenciales que el maestro de Karate-Do debe resaltar en sus alumnos. Éstos deben comprender que, más que un estilo de lucha, lo que están asimilando es una disciplina de autosuperación no enfocada hacia la violencia sino hacia la paz, de nuestro espíritu y para con nuestros semejantes.

 

Sólo en caso de gravedad extrema el karateca deberá hacer uso de sus conocimientos, únicamente con el fin de defenderse, ante un ataque que ponga en peligro su integridad física.

 

Es a través de la competencia que el practicante de Karate podrá desarrollar parte de las técnicas aprendidas, en forma controlada, y con el solo fin de demostrar a través de la marcación de puntos el grado de concentración, potencia, velocidad y precisión logrados.

 

A lo largo de la práctica de esta disciplina se irá formando un individuo con un desarrollo armonioso de su cuerpo, flexible, fuerte ágil, acompañado en lo espiritual de una nobleza de sentimientos, respeto por sus semejantes y seguridad en su carácter.

 

Ése es el fin último del Karate-Do, el desarrollo de todo el potencial humano que posee el individuo orientado a la paz y al enriquecimiendo espiritual y físico del mismo.